Creo Maya

Creo Maya
Nada mejor para representar la falta de una imagen apropiada

jueves, 1 de diciembre de 2011

Sandra

Salió de su casa. Por alguna extraña razón el clima no le pareció el de todos los días. No supo porqué.

Caminó unos metros hacia el lado bajo de la calle. Vio un perro. Un cachorro. La miraba… no importó.

Como cualquier día tomo el camión a las últimas horas de la madrugada, espero unos segundos antes de abordarlo. Por la ventanilla observó un automóvil. Dentro había un perro. Un cachorro. Le mostró la lengua… no importó.

Llego a la escuela, a una pequeña universidad con algo de prestigio. En la entrada, un perro. Un cachorro. Le ladró, se asustó… no importó.

El día de hoy saldría con sus amigos. La casa estaba sola. Había cerveza. Subieron al auto. Había un perro. Un cachorro. Lo atropellaron… no importó.

Su habitación, sola, el alcohol invadió su sangre. Se tiró en la cama. Junto a ella, un perro. Un cachorro. Ella murió… no importó…

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Quiero

Quiero escribir para ti un poema, romántico y que no sea cursi. Quiero componer una canción que sea sólo de nosotros dos, crear para ti una historia que carezca de un fin, quizás también un soneto a tu majestuosidad, una obra teatral suculenta o, por qué no, una crónica o un ensayo apelando a tu increíble existencia. Quiero dedicarte un microcuento sincero que disfrace un “Te quiero”, una frase puntual que te haga volar, un recado que utilice un "te amo"…

Quiero cultivar rosas para a diario entregarte una entre listones, hacer crecer un árbol de cacao para siempre prepararte chocolate por las tardes o algunas plantas de café para esas noches de desvelo. Quiero encontrar un gran roble para descansar abrazados largos ratos bajo su sombra, quizás sembrar arroz para fabricar papel que plasmará y te llevará mis palabras o un gran Maple menos delicioso que tú y que puedas opacar con tu dulzura…

Quiero caminar junto a ti, frente a ti, detrás de ti, siempre abrazando tu cintura, besando tus labios, tus manos, tu cuello. Quiero acomodarme en tu cabello y sentirlo, y olerlo, y besarlo, tal vez dormir apoyando un ojo en el mechón que cuelga por tu frente. Quiero sentir las yemas de tus dedos en mi rostro, mi palma buscando tus mejillas, mis labios implorando tu lóbulo y tu pecho el mío. Quiero que me sientas y te sienta a ti, rogar implícito un abrazo, de esos que engañan a la óptica fusionando seres. Quiero que escuches mis latidos y entiendas el lenguaje que ése órgano creó para ti, quiero escuchar tu voz que pronuncia singular mi nombre…

Quiero seas quien posea mi sentir, quien lo siembre y riegue, cuide y coseche. Quiero ser aquel que te alimente con los frutos de mi mente y de mi alma. Quiero tanto, de ti y de mí, no demando, sólo quiero, sólo ofrezco, sólo espero que en tu querer mi querer no oponga quereres y me puedas querer y yo quererte…
Pues yo sé qué me harás sentir: las pequeñas mariposas serán ya migraciones canadienses, esos nervios inocentes al acercarme a ti, algo comparable a lo que un astronauta debe sentir al ver la Tierra. No habrá qué comparar con la tristeza si puedes hacer de ella algo más remoto que un recuerdo, con la soledad si la poca que sentía fácilmente la trasladarás al olvido.

Quiero tantas cosas y, ¿sabes?, sólo me tace falta una cosa, muy sencilla, muy pequeña, de fácil remedio y poco problema: encontrarte...

jueves, 18 de agosto de 2011

Manual breve para el besador primerizo

Por: Erick Adrián Paz González

¿Cómo besar? cada quien tiene su estilo...

Empieza acercándote delicadamente, delicado no es sinónimo de lento o tierno como muchos creen, si no algo que inspira comodidad, has que tu acercamiento sea lo mejor que posible, que te nazca; disfrútalo.

Humedece un poco tus labios. Que estos sean suaves cuando toques los suyos, no todos los besos son franceses, "de lengua", a veces los mejores besos, y aún más los primeros, sólo duran un par de segundos (que parecen horas en muchos casos) y sólo consisten de un pequeño contacto y ligera prisión a los labios del receptor; ladea tu cabeza ligeramente hacia el lado que más te acomode mientras te acercas, abre tu boca dos o tres milímetros y, al contacto, cierra tu boca manteniendo la suavidad de tus labios, creando así una miniprisión a los suyos que no se convierta en un arresto forzado; disfrútalo. Retira tus labios cuando te sientas con la comodidad y logres la satisfacción que deseas, ni antes ni después. Intenta no incomodar o forzar a tu receptor.

Si deseas puedes convertir este hermoso beso en algo más complejo y placentero. Retira tu boca lo suficiente para mirar sus ojos, al verlos sabrás si debes o no alejarte, si decides continuar repite el mismo procedimiento pero abriendo tu boca poco más de medio centímetro y aprisiona hasta sentirte con la comodidad de dejar sus labios libres; disfrútalo. No te retires, despégate escasos centímetros de su boca y vuelve, separa tus labios los suficiente como para poder abarcar los suyos, más no para devorarlos, introduce un poco tu lengua cuando te sientas con la confianza y la comodidad de hacerlo, conoce el interior de su cavidad bucal, conoce su lengua, sus dientes y paladar, pero mucho cuidado de explorar demasiado como para encontrar sus amígdalas o sentirte asfixiar tu propia garganta e incluso que darle libertad de arrancar tu lengua. Es de vital importancia que explores su boca al mismo ritmo que explore la tuya, recuerda que es una exploración, no un juego de carreras, escondidas, azotes o golpes; disfrútalo.

Retira tu lengua cuando sientas debes hacerlo y traga saliva, si es que sientes tienes demasiada, pero no desunas tus labios con los suyos, mantenlos en esa pequeña prisión, a menos que hallas terminado u otra circunstancia lo amerite. Sabrás cuando debes retirarte, ya sea porque tu acompañante en el beso lo desea o porque tu comodidad ya no está en el mismo nivel, o simplemente porque sientas que debes darle un fin a dicho beso, es recomendable que el primer beso de este tipo no dure demasiado, pues aún falta experiencia y si obligas alargarlo quizá no lo disfrutes lo mejor posible.

Al retirarte ve al otro ser a los ojos, haz lo que sientas debes hacer: ríe, llora, sonríe, abraza, golpea, reinicia; disfrútalo. Poco a poco a través del tiempo tendrás tu estilo propio, pero nunca, en ningún caso, menosprecies o degrades el valor de un beso.

Así acaba mi explicación de cómo besar una primera vez, aunque la considero demasiado útil también para aquellos que deseen perfeccionar o modificar su técnica. Un beso no es cualquier cosa, cada uno de ellos es único, perfecto y sumamente importante.

miércoles, 15 de junio de 2011

Recuerdos...

Una noche como cualquiera... excepto porque no podía dormir.
Venían a su mente los momentos en que lo hizo feliz, revivía los momentos que sufrió con ella, se rió sarcástico de las promesas rotas y lloró sin entender realmente cual recuerdo lo hacía agonizar...
Era un hombre fuerte en alma y corazón, soportaba golpes tan fuertes pero un solo amor estuvo a punto de matarlo... y matarlo más de una vez, y en ninguna de esas veces fue capaz de alejarse, en todas ellas estaba convencido de amarla, aunque a palabras más certeras la amaba más que a su alma...
Por meses alucinó con el futuro perfecto, y como toda perfección simplemente nunca consumó su existencia, ella sólo alimentó una esperanza vacía, o quizá no vacía pero que sencillamente no podría cumplirse debido a que era algo que realmente no quería, ella realmente nunca quiso lo que el anhelaba con más fuerza.
Su mente se inundó de imágenes, sensaciones, sonidos, olores, sabores... de su suculenta boca, de sus suaves y masticables labios, de sus firmes manos suaves capaces de entregar el cielo, de su corta cabellera tejida en seda y de su cuerpo tan imperfecto que la hacía tan perfecta.
Recordó aquellas caminatas abrazados, los besos eternos que sólo ella sabía otorgar, volvió a ver el singular color de sus ojos y sintió nuevamente el amor en su mirar, anhelo con toda su alma sentirse uno con ella aunque fueran pocos segundos y estos fueran su perdición, estuvo a punto de gritar cuanto la amaba, de llamarla y decirle que la necesitaba, pero se detuvo... ¡se detuvo...! recordó que en su última charla acorde al futuro le había confesado que aquel sueño tan anhelado por él era algo no deseado por ella. Se dio cuenta que aquello que le daría vida podría acribillar a quien tanto ama. Entonces se le ocurrió algo, quizá la estupidez más grande de su vida: ¿y si ahora realmente me ama? “¡Si imbécil!, y Barney bailó mambo con Dràcula y se casó con Chuky ¿no?... ¡ya no te ama! ¿te lo deletreo? Y a n o t e a m a ! ! ! y si así lo hiciera sabes que no debes corresponderle, si realmente la amas no le harás daño intentando que haga algo que su corazón en verdad no desea...” le contestó inmediatamente su conciencia, “una más... y estaré muerto” por primera vez su exhausto y herido corazón dio apoyo la razón.
Media hora de recuerdos, insistiendo neciamente a su ridícula premisa, se decidió consentir tan enorme estupidez; dio pauta a que esa posibilidad menor al 0.00001% pudiera ser realidad. Se decidió imaginar que sucedería si ella, por milagro celestial, ahora hubiese decidido amarlo. Se visualizó de nuevo en sus brazos, alucinó un “te amo” de los labios que alguna vez fueron suyos, se vio bajo las sombras de los árboles caminando a lado suyo; sintió su piel en su piel, sus labios en sus labios, se sintió uno con ella... y rompió a llorar. Notó entonces la ridiculez de su pensar.
Pensó, razonó, se lamentó, fue feliz, sintió amargura, anheló, soltó, consintió... nuevamente agonizó; se decidió dormir cuando una sola idea invadió su mente, cuando la triste verdad tocó su realidad, cuando se dio cuenta que ella, en cualquier momento, le podría ser infiel...

miércoles, 20 de abril de 2011

Diálogos

Diálogo I
-Te amo…
-No te creo
-¿No me crees?, ¿porqué?
-Porque no me amas
-¿Cómo puedes saberlo?
-Porque lo sé
-Cómo lo sabes
-Te conozco
-¿Me conoces?
-Sí, te conozco, y sé que no me amas
-No me conoces
-Sí, te conozco, te conozco más que a mí mismo
-Entonces ni siquiera te conoces
-¿Porque lo dices?
-Porque en realidad te amo…

Diálogo II

-Me voy
-¿A la tienda?
-No
-¿Al mercado?
-No
-aaaaa ¡ya! ¡A Chedraui! Hoy es miércoles…
-No
-¿No?
-Me voy de aquí, me voy de tu vida
-No puedes hacerlo…
-¿Por qué no?, ¿crees que no soy fuerte?, ¿crees que no me atreveré?
-No, no es eso
-¿Entonces?
-No puedes irte de mi vida…
-¿Me estás retando?
-¡No! Claro que no…
-¿Entonces?
-Es que no puedo entender cómo te irás de ti mismo… tu eres mi vida…

Diálogo III
(Por teléfono)
-¿Volverás?
-No, no puedo
-¿Por qué no puedes?
-Porque no te amo
-No es verdad
-Está bien, no es eso, realmente te amo, te amo demasiado…
-¿Entonces?
-Porque no quiero hacerlo
-¿Es algo que hice?
-No, es por cómo eres…
-¿No te gusta como soy?, por ti puedo cambiar…
-No, tampoco es eso
-¿Entonces?
-Es que amo como eres
-No entiendo
-En ti encontré la perfección, por eso no puedo volver
-No entiendo…
-No entiendas
-Creo que entiendo… realmente no me amas
-Si te amo, más de lo que debería, por eso no puedo volver
-El amor lo puede todo, ¿acaso no lo sabes?
-Sí, lo sé
-Entonces no entiendo
-No entiendas. Te amo. Adiós
(Cuelga)

Diálogo IV

-¿Cambiaría algo si te digo que te extraño?
-No
-¿Y si te digo que te necesito?
-No
-¿Y si te digo que eres todo lo que busco?
-No
-¿Qué contigo quiero vivir el resto de mi vida?
-No
-¿Cambiaría algo si te digo que Te Amo?
-No
-¡Pues no me importa! ¡Te extraño! ¡Te necesito! ¡Eres todo lo que busco y… y … más!, quiero vivir contigo, tener una casa, un perro… ¡Te amo!
-¿Y qué ganas con decirlo?
-Que cambie algo
-¿Qué quieres que cambie?
-Que me ames…
-Pero yo te amo… por eso nada puede cambiar…

Diálogo V

-Anoche recordé cuando te besé por primera vez…
-(sorprendido) ¿Enserio? ¿Por eso vomitaste?
-No digas tonterías…
-(suspirando)Yo recordé la primera vez que toqué tu cabello…
-(toma una piedra del suelo) Si dices que recuerdas como subieron las pulgas por tu mano te aviento esta piedra
-Baja esa piedra amor, me recuerda tanto a tu madre…
-Con mi madre no te metas… es tu suegra ¡Respétala!
-(Hacia la piedra) Hola suegra como ha estado… se ve más hermosa que la última vez
-¡Cállate!
-¡Tu dijiste que era tu madre!, no es mi culpa que tengan tan gran parecido…
-No seas idiota… cómo pude casarme contigo
-De seguro buscaste mi dinero
-ja… ja… un vago tenía más que tu cuando me casé
-Entonces no te quejes, (señala la piedra) recoge a tu madre y vamos a comer
-¡Idiota!
-¡Te amo¡
-Yo también… pero me chocas
-(la besa) vámonos
-¿A dónde?
-No sé, no me importa con tal de estar contigo
-Qué bueno que dices eso, ayer el banco nos quitó la casa…

Diálogo VI

-¿Hola?
-…
-¿Me escuchas?
-…
-¿Ya no significo nada para ti?
-…
-Dime algo…
-¿Qué quieres que te diga?
-Lo que sea… pero no calles
-Ya no te amo
-¿Porqué?, ¿cómo acabó el amor?
-Nunca acabó… yo lo maté
-¿Porqué lo mataste?
-Porque quise hacerlo
-¿No te hacía feliz?
-Claro que sí, pero debía hacerlo…
-Revívelo… por favor
-No
-¿No…? te entiendo
-¿Enserio?
-No, la verdad no…
-…
-Me voy
-Por favor…
-Sólo quiero que entiendas una cosa
-Qué
-Yo si te amo… si el no amarme te hace feliz, yo también seré feliz

Diálogo VII
(En el autobús)
-¡Te amo!
-¡Yo más!
-No mientas…
-¡No miento! ¡Te amo¡
-Eres increíble… ¿lo sabías?
-(riendo) Me lo has dicho muchas veces
-Vanidosa… pero así te amo
-No puedo esperar para la boda
-(suspiro) Falta tan poco…
-¿Por qué suspiras?
-Porque no puedo creer que me casaré contigo
-Eres increíble… (riendo) hasta amas a tu suegra..
-Pero te amo más a ti…
-¡Mi vida…!
-Mi todo…
-Te amo… Pase lo que pase siempre te amaré… (se besan)
(se detiene el autobús… choque de tráiler… explosión..)

Diálogo IIX
-Quiero luchar por ti
-¿Porqué no lo haces?
-Porque no debo hacerlo
-No entiendo...
-Quiero amarte... quiero que me ames...
-¿Y porque no luchas?
-Por que si lucho y gano lastimo..
-¿A quién?
-A alguien que amo...
-¿Y si pierdes?
-Me lastimo..
-¿Entonces?
-No lo sé...
-¿Que no sabes?
-No lo sé...
-¿Qué esperas?
-No lo sé...
-¡¿Entonces que sabes!?
-Que te amo...

miércoles, 2 de marzo de 2011

Te amo...

Te vi entrar por la elegante y decorada puerta de madera después de que estacionaste en el garaje tu deportivo rojo, escuche tus altos tacones sobre la fina caoba del piso del comedor mientras saboreaba el hipnotizante aroma del perfume que esta noche decidiste utilizar. Te veías tan radiante con ese entallado vestido negro, sentí un increíble deseo de devorarte, de arrancar tu piel que lucia poco mejor que el marfil ¡oh perfecta pieza de la creación de Dios! Cuánto daría por tenerte en mis brazos.
Tus mejillas sonrojadas siempre esbozaban sonrisas, más no esta noche, ahora se encuentran sin movimiento, rígidas, sin vida; tus ojos han derramado lágrimas, es evidente, ¿qué tienes amor?, ¿qué sucede?, ¿quién ha perturbado la pureza de tu alma?, te dije que ese hombre no valía la pena, era como cualquier otro que sólo busca noches divertidas de cualquier mujer que seduzca con su encanto; caíste como tantas, sufriste como ninguna; creíste que era real lo que para él no fue más que rutina; te sometiste a una ilusión tan falsa que un infante bien pudo comprenderla sin un mayor esfuerzo. Fuiste no más que una víctima atraída por la posible promesa de un amor.
Pero ya no estés triste, esos hermosos brazos no volverán a abrazar erróneos otro cuerpo, esas piernas no te llevarán nuevamente a equívocos hogares ni esos labios de cereza se juntarán con los que emanan mentira; ya no amor; hoy arrancaré de ti ese sufrimiento, evitaré que vuelvas a equivocarte, a ilusionarte, a perderte en un amor jamás correspondido; ayudaré a aliviar el dolor que tus manos provocaron al permitirte sentir la falsedad de aquel ser, que causo tu castaña cabellera el posarse sobre el hombro que hoy te ignora. Yo te salvaré amor, te ayudaré a no equivocarte.
Sales del baño en el que maldijiste su nombre por un considerable número de minutos, te retiras fríamente tu exquisito vestido negro, entras melancólicamente a la cama. Tomas tu acostumbrado vaso de agua mineral que sacas de la botella siempre presente en el cajoncillo te tu mueble, te acomodas cual ángel entre las sábanas de seda colocando la almohada con un movimiento tan peculiar que me hace amarte aún más… ¿qué pasa amor?, ¿sientes que el sueño te vence más rápido que cualquier noche? ¿Porqué te levantas?, ¿has sentido mareos? ¿Porqué caes al piso de esa forma?, ¿tu vista se ha nublado?, ¿tu conciencia se ha marchado?, no te preocupes pedazo de cielo, es necesario para acabar con tu dolor.
Después de tanto tiempo de vivir en las sombras de tu aire acondicionado, simulando ser el agradable vecino de la casa de enfrente, finalmente puedo tocar tu piel desnuda, besarte, sentir tu cabello y hacerlo mío. Saco amorosamente la navaja que me regaló mi padre antes de marcharse al psiquiátrico, siéntete orgullosa amor mío, con este artefacto mi padre liberó a mi madre de su sufrimiento, ahora irás a hacerle compañía en cielo en aquel lugar que merecen desde antes de ser concebidas.
Tus manos ya no te harán sentir falsedad, tus mejillas no volverán a sentir lágrimas de melancolía y soledad rodando hasta las elegantes alfombras, tus piernas no volverán a conducirte a lugares erróneos ni tus labios a sentir engaños o pronunciar maldiciones a quien tanto manchó tu bondad. Tranquila, no sufrirás más, no sentirás tampoco este dolor; ¿despertarás?, en el cielo, ¿me agradecerás?, eso espero, ¿te acordarás te mi?, te lo imploro.
Es media noche, la luna es hermosa, el puñal brilla tan bien con su luz; la sangre brota cuya fuente de vida desde tu corazón, el viento nocturno compensa tu respiración ya ausente y el ulular aumenta el orgullo y la satisfacción de borrarte ya por siempre el sufrimiento. La noche es callada, densa, fría. La luna ilumina lo que es importante, hace brillar tu cuerpo con un suave rayo colado por la apertura de una cortina; te ves tan hermosa. Te amo.
PaZ!!! =) =D =/